CALLE DEL 2 DE MAYO
En esta calle
concurren una serie de circunstancias que a mis ojos la hacen ser un tanto
peculiar. Hoy en día es un simple callejón en el que prácticamente no
habita nadie. A principios del siglo XVIII eran muy pocas las viviendas de
esta parte del casco urbano, la cercanía del cementerio y lo descampado
del lugar no era lo más apropiado para construir viviendas. Es a partir
de 1748 en que se cierra todo el perímetro urbano con un segundo
cinturón de murallas cuando la calle del cementerio queda cerrada y
protegida. Si nos remontamos a finales del siglo XIX, concretamente en
1871, nos encontraremos que en las 14 casas que componían lo que se
conocía como "Carrer del Sementeri" habitaban las familias
siguientes; en el número 1 las familias de Joaquín y José Crespo
Ferrer. En el 2, las familias de Jaime Cuello Avargues y Felipe Ribes
Crespo. Familias de Miguel Crespo Martí y Miguel Femenia Planells en el
número 4. Familia de Jaime Sau Beltrán en el 7. En el 8 familia José
Moragues Soria. En el numero 10 la familia de José Montaner Boronat y su
hermano Juan en el 12. Familia de José Tomás Boronat y Felipe Torres
Martí en el11. Vicente Perles Torres y familia en el 14. En el 15 las
familias de Pedro Jaime Avellá Boronat, de José Avellá Jorro y de
Miguel Crespo Crespo. Antonio Montaner Barber lo hacía en el número 16.
Familia de Francisco Perles Femenia en el 19. En el número 21 otro Sau
Beltrán , José. Y finalmente en el 29, era la familia de Jaime Ferrer
Martí.
Calp
a principios del siglo XX
Existía en aquel
entonces y en esta calle, un horno de pan, según nos cuenta Jaume Pastor
Fluxá en su obra Historia de Calp.
La denominación de
"carrer del Sementeri" viene por la existencia del cementerio
que había en la esquina con la hoy plaza de Miguel Roselló. De este
cementerio tenemos noticia desde Junio de 1745 en que se levanta la
primera planimetría conocida de nuestra villa. En este lugar se entierra
a los calpinos hasta 1816 en que el Camposanto es trasladado a un solar
existente fuera de las murallas, en lo que hoy es la glorieta de la Plaza
de la Constitución.
Lindante con el
cementerio (en el número uno) la familia Abargues de Benissa construye la
que fue la casa más cara de Calpe. Esta casa de tres plantas era
propiedad de Josefa Teresa Abargues Doménech y estaba valorada en 2640
pesetas en el Censo de Solares y Viviendas de 1893. En este solar se
encuentra hoy el Ayuntamiento de Calpe. A la muerte de Josefa en 1880 pasa
a su hija Luisa Vives Abargues "Sor Teresa". Esta monja es la
que crea la Fundación Abargues de Benissa.
El
cementerio y la Glorieta donde a partir de 1816 se ubicaría el nuevo
camposanto.
El número 8 de esta
misma calle era propiedad Joaquin Abargues, hermano de Josefa. Casi
enfrente, el número 2, era también propiedad de otro de los Abargues
(Rosario) casada con Severino Orduña Feliu. En esta última casa existió
un cuartel de carabineros hasta principios del siglo XX.
En la segunda década
del siglo XX en la casa de Josefa Teresa vivió la familia del ti Pañero.
Allí murió su hijo Roque a muy temprana edad. Pocos años más tarde
vivía la familia de Joan Ronda encargados de la finca La Calalga
propiedad también de Josefa Teresa.
En aquellos tiempos
la vecindad esta compuesta por las familias de Andreu de Malena, Toni L’alchup,
Jaume el Figero, Bernat de Catalina, Pepe la Soligera, Toni de Panchót,
Maria Gobernador, Quico el Minchador, Salvador de L’aspardeñera,
Angelita Lluc, Joan de Capdegat, Pascuala Moragues y el cuartel en la
conocida posteriormente como casa
Águeda.
El llamado forat de la mar
El nombre actual de 2
de Mayo es relativamente reciente y viene dado por la leyenda de que por
aquí entraron los franceses en 1813 abriendo un gran boquete.
Documentación posterior nos ha demostrado que en los dos intentos por parte
del ejercito francés de entrar a nuestra villa, fueron un fracaso. Siempre mi opinión
personal ha diferido un poco por considerarlo muy improbable, ya que sólo a 50
metros tenían una puerta de entrada a los arrabales-la puerta del Mar, en
lo que hoy es calle de Puchalt - y les hubiera sido más fácil a los
asaltantes derribar la puerta y no reventar la pared justamente en su
parte más inexpugnable y mejor defendida debido a su gran altura. Lo más lógico
es que el "Forat" lo hicieran los propios
calpinos para tener salida desde dentro hacía el camino del mar ya que en
aquellos momentos había desaparecido el peligro pirático. Lo mismo se
hizo en la década de los 50 derribando parte de la muralla de la
ciudadela para tener salida hacía la plaza de Salamanca.
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Andrés Ortolá Tomás
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