El
río subterráneo de Toix
Conocido desde muy antiguo por las gentes de esta comarca y por los marinos y
pescadores que en general pasaban o trabajaban por estas aguas, ha sido
persistentemente utilizado sobre todo por las gentes de la mar. La primera
noticia escrita que tenemos se refiere a las crónicas de principios del siglo
XVII, concretamente de Gaspar de Escolano
Gaspar de Escolano en sus Décadas de la Ciudad yReino de Valencia (1610) expone;
“A la vanda de Poniente, respecto a Calpe, viene un cabo o
montaña, que llaman de Toyx, a media legua de Hyfach, donde a la misma lengua
del agua labro naturaleza una cueva, que por los muchos palomos silvestres que
en ella se anidan, tiene nombre de los palomos y no se puede entrar a ella si no
es en barco. Tiene de largo cien passos de ancho, y cincuenta y dos picas de
alto. Junto a la boca de esta cueva, a la misma lengua del agua, sale de dicha
peña un río tan impetuoso y grande, que aunque no se dexa ver como se entra en
el mar, por ser allí muy fondable, los vaxeles que allí tocan sienten su furia,
y de miedo a bolcarse, se van alargando lo que basta”.
Acantilado de Toix
Naturalmente Escolano se refiere a la popularmente conocida como “Cova dels
coloms” a la que sólo se puede acceder por mar. Desde la cueva hacía la vecina
Altea y en las profundidades del acantilado surgen muchos pequeños manantiales
de agua. Algunos grandes, otros pequeños, y desde luego pensamos que Escolano
exagera un poco al hablar del “empuje” de estas aguas que surgen de la montaña a
las profundidades marinas.
Caso dos siglos después es el botánico Antonio Josef Cavanilles que había
recibido el encargo del rey
Carlos IV de recorrer España en el año 1791 para examinar los vegetales que en
ella crecen. Este hombre en su visita a Calpe (fue el descubridor de los
mosaicos romanos de los Baños de la Reina) y en lo referente al tema del agua de
Toix nos cuenta;
“yo no he visitado aquel sitio; pero oí decir a los naturales que hacia la parte
occidental de dicho cabo se observa una corriente en las aguas del mar, y que
los marineros cuando están en aquel sitio sacan agua dulce, introduciendo hasta
cierta profundidad un cántaro vacío y tapado, que destapan cuando está sumergido
en contacto de la corriente”
Efectivamente, los marineros de la región ya los conocían y sumergían cantaros
lastrados y perfectamente tapados cuyo tapón destapaban con un hilo al contacto
con la corriente de agua dulce.
Prácticamente todos los que hemos buceado por aquellas aguas del acantilado
hemos comprobado que por multitud de oquedades de la peña y a diferentes
profundidades se observaba un flujo de agua que surgía de la roca caliza y que
se perdía en el mar. Han sido varias las corporaciones municipales las que se
han interesado por captar esa agua.
Hace unos 40 años durante el breve mandato como alcalde de Juan Martinez
Montaner se inició el proyecto más ambicioso hasta el momento para conseguir
aflorar el agua de Toix y que en aquel momento ya se sabía que discurría por el
lecho del Barranco Salado atravesándolo. Se hizo un pozo de más 90 metros de
profundidad horadado en la roca viva. Al no encontrar el agua se empezaron a
construir galerías a diferentes niveles, en una de ellas los operarios oían el
ruido producido por gran cantidad de agua sobre sus cabezas y el miedo pudo más
que la necesidad. Abandonaron las herramientas y salieron de la galería con el
tiempo justo para salvar la vida. Después de este incidente se abandonó el pozo
y porque el agua era absolutamente amarga debido a las capas de yeso que había
en el subsuelo.
Cuando se construyó el nuevo puente del Mascarat en la década de 1960 y al
perforar el túnel (el central) apareció parte del manantial que fue aprovechado
para la obra y que posteriormente fue tapado por la constructora.
Túnel donde se encontró el
acuífero subterráneo
Hace unos veintitantos años, durante la construcción de la autopista A-7 cuando
se horadaron los dos túneles del Mascarat apareció en uno de ellos un hueco de
unos tres metros de diámetro y de profundidad indeterminada, dentro de esa sima
se oía caer gran cantidad de agua, los directivos de la obra optaron por echar
cientos de toneladas de tierra y piedras para tratar de tapar el hueco y según
testimonio de un conductor de los camiones que tiraban las piedras, no lo
pudieron conseguir. La tierra empezó a salir al mar arrastrada por el ímpetu de
las aguas subterráneas. Ni con hormigón lo cegaron. Finalmente, se optó por
colocar vigas y taparlo. Fue una lastima que no bajase algún espeologo a la sima
a explorarla ya que debe ser inmensa para tragar tanta cantidad de piedra y
tierra.
Este hecho-totalmente fortuito- propició el que conozcamos por donde viene el
agua exactamente y que es muy importante la cantidad.
Se han perforado nuevos pozos en la Canuta y en el Barranco Salado. Se han hecho
planes, los más de ellos inviables. Hace unos años la Diputación Provincial, la
Consellería de Infraestructuras y el propio Ayuntamiento se interesaron por los
trabajos realizados en el Mediterráneo y especialmente en las costas de la
Marina por parte de la sociedad francesa Nymphea Water que realizó un estudio
para aprovechar esa agua y que fue desestimado por su alto coste y dificultades
técnicas.
Todos sabíamos que existía esa corriente subterránea de agua. Pero, ¿Cómo
conseguirla? Posiblemente levantando el asfalto de la autopista y volviendo a
destapar el hueco encontrado en su día o buscándola más arriba del túnel.
Cueva dels Coloms
El Instituto Geológico y Minero de España a través de su oficina en Valencia nos
ha comunicado que en el morro de Toix se produce un fenómeno del que solo se
tiene constancia en otro lugar en el mundo (isla griega de Cefalonia)
consistente en la entrada de agua del mar por una cavidad con salida por la
cueva del Moraig (Benitachell) a 20 kms de distancia. El agua es “aspirada” en
Toix y sale otra vez al mar a través de dicha cueva.
Andrés Ortolá Tomás
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