CIRCULAR DE LA DIRECCIÓN GENERAL DISPONIENDO SE PROCEDA A LA CONSTRUCCIÓN DE LAS
CASILLAS DE PEONES CAMINEROS Y HACIENDO ADVERTENCIAS CON ESTE OBJETO.
Año 1852
El Excmo. Sr.
Ministro de Fomento se ha servido comunicarme con esta fecha la
Real orden
siguiente:
«Ilmo. Sr.: La
Reina (Q. D. G.) se ha dignado resolver que se proceda a la construcción de las
casillas de los peones camineros en todas las carreteras generales, sobre la
base, por punto general, de que deberá tener cada una vivienda para dos,
adoptando el sistema de construcción más sencillo y económico posible, y que, al
efecto, esa Dirección general proponga el plan general, así de la distribución y
situación de las casillas como de los planos correspondientes, sus presupuestos
y sistema que habrá de seguirse en su ejecución, sin perjuicio de que manifieste
al mismo tiempo el aumento de coste que podrá tener el mismo plan en el caso de
que se hiciera extensivo a las carreteras ya declaradas o clasificadas en gran
comunicación transversal.
En consecuencia,
esta Dirección general ha resuelto y previene a V.:
1.º Que en
cuanto al proyecto de casillas de todo el Distrito, disponga que, sobre las
bases mencionadas, se formen tantos modelos como lo exijan los diferentes
supuestos a que se presten las circunstancias locales para su más económica
construcción, sin exceptuar el empleo de adobes donde no hubiere otros
materiales.
2.º Que en
cuanto a la distribución de casillas respecto de cada carretera, se adopte la
regla de colocar la correspondiente a cada legua hacia el centro de ella; pero
si coincidiese dicho paraje con algún pueblo, se podrá excusar la casilla
correspondiente.
3.º Qué también
deberá tenerse en cuenta, para la oportuna situación de las casillas, la
proximidad de agua cuando se pueda conciliar esta circunstancia con las demás
que se han mencionado, y, caso contrario, se propondrá la apertura de un pozo.
4.º Que con
arreglo a las advertencias precedentes, se extienda para cada carretera una
relación, con el número de casillas y situación que han de tener, y su
presupuesto, con arreglo al adjunto modelo.
5.º Que se
formen, respecto de cada proyecto de casilla, los pliegos de
condiciones
facultativas y, por separado, la Memoria general, en que se manifieste cuanto
conduzca a la más pronta y ordenada ejecución de todas las del Distrito.
6.º Que se
proceda, con la mayor actividad, en la redacción de los proyectos y noticias que
se han expresado, a fin de que se remitan sin falta a esta Dirección general
para el 1.º de Mayo próximo los de las carreteras generales.
7.º Concluidos
que estén estos trabajos, se procederá a formalizar los
correspondientes
a las carreteras ya declaradas transversales de gran comunicación.
Del recibo de
esta circular y de quedar enterado me dará V. aviso, así como de las dudas que
le ocurran para su puntual cumplimiento.
Dios guarde a V.
muchos años.
Madrid, 26 de
Febrero de 1852.
-JUAN SUBERCASE.-
Sr. Ingeniero
Jefe del Distrito de Alicante
Muchas
son las casillas de Peones Camineros que han llegado a nuestros días, su
excelente fábrica y el cuidado que tuvieron sus moradores durante los años que
las habitaron ha hecho que salvo excepciones podamos verlas casi todas en
su estado original. Por desgracia la que nos tacaba en las cercanías de Calpe
fue derrumbada en la década de los años 60 al ampliar la carretera general.
Restos Casilla del Collado
En
los años veinte vivía aquí el tí Diego el Pomero, peón caminero y soltero. Más
tarde vivió como inquilino un trabajador de la cantera conocido como el Gatero.
Esta casilla se encuentra (los restos de ella) a la subida de lo que fue el
antiguo camino de la cantera de la Mola en las estribaciones de la sierra de
Oltá y nos queda actualmente a unos 10 metros de altura sobre la carretera. No
encontramos demasiado sentido a la ubicación a esa altura de la casilla,
habiendo a pocos centenares de metros en dirección a Calpe, terrenos
completamente llanos, no creo que el cumplir la distancia de una legua de
la una a la otra tenga que ser exacta, ya que posiblemente de la caseta del
Mascarat a la siguiente en las cercanías de la Venta de la Chata haya más de una
legua ( cinco kilómetros) y en sentido contrario (hacía Altea) la que se
encontraba ubicada en la Pilarica menos todavía.
Andrés Ortolá
Tomás
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