La calle de la Virgen de las Nieves
Esta calle formaba parte de la pequeña trama urbana de la primitiva ciudadela calpina y que al estar la mayoría de las viviendas adosadas a la muralla, solamente había- como calle propiamente dicha- la de la Virgen de las Nieves. El resto del recinto amurallado comprendía la Plaza de la Villa y la plazoleta de la Iglesia. La primera noticia que tenemos es en el Censo Electoral de 1871 en las elecciones del 8 de Marzo de ese mismo año. En aquellos años el Censo estaba formado por los varones mayores de 25 años, por tanto, son solamente los hombres los que figuran en este censo.
Año 1744. La Ciudadela de Calp.
En el podemos ver que en la calle de las Nieves vivían los electores siguientes:
José Boronat Perles de 50 años de edad, en el número 11.
Antonio García García, de 29 y en el número 7.
Juan Martinez Torres de 61 en el número 1.
José Mestre Tró, de 26 y en el número 6.
Gregorio Orozco Barber, de 62 y en el número 10.
Marcos Perles Garcelá, de 42 y en el número 9.
Juan Perles Tur, de 43 y en el número 44 (sic..).
Francisco Roselló Peris, de 28 y Pedro Roselló Perles, de 57 (padre?) en el número 5.
José Sau Beltran, de 32 en el número 4.
Pedro Serra Tomás, de 27 en el número 2 ó 4 (está ilegible).
Como podemos ver, solamente vivían en diez casas de la calle, vecinos con derecho a voto. Posiblemente, existiera alguna vivienda que podía no haberse construido todavía ( como veremos más tarde, en el Censo de Fincas Urbanas de 1893, existen 12 casas en esta calle) o por el contrario, no estar habitada.
Ya en el Censo de 1885 los electores son algunos menos. No creemos que se deba a una disminución del número de los vecinos. Podría deberse al cambio de la Ley Municipal de 17 de Diciembre de 1876 en el que se introducen algunos cambios en el derecho al voto. A saber: serán electores los vecinos cabezas de familia con casa abierta que lleven dos años por lo menos de residencia fija en el término municipal, y venga pagando por bienes propios alguna cuota de contribución de inmueble, cultivo y ganadería, o de subsidio industrial o de comercio, con un año de anterioridad a la formación de las listas electorales....Observamos que las restricciones en una población como nuestra villa, mayoritariamente modesta e eminentemente agrícola y marinera, son evidentes.
Parte de la antigua ciudadela, dentro, la calle Virgen de las Nieves
En 1885 tenemos como electores con derecho a voto a:
Antonio Jorro Castelló, de 66 años en el número 3.
Juan Martinez Torres, de 72 años, vecino del número 1.
Andrés Perles Garcelá, de 55 años, en el número 7.
Pedro Roselló Perles, de 71 años, en el número 3.
Parece ser, que por la edad que tienen, son todos ellos cabezas de familia. Solamente repiten, catorce años después, dos vecinos: Juan Martinez Torres y Pedro Roselló Perles.
En el Censo de Fincas Urbanas de 1893 ( el primero que se realiza en Calp) son 15 las viviendas y en una de ellas se encuentra uno de los hornos ( tres) que tenía Calp en aquellos años, propiedad de José Zaragoza Thous.
Juan Martinez Torres. Fallecido. Viven sus herederos. Número 1.
José Sau Beltran. También fallecido. Número 2.
Francisco Roselló Peris. Vive en el 3.
Pedro García García. Vive en el 5.
Vicente Ripoll “Fortu”. Vive en el 6.
Marcos Perles Garcelá. Vive en el 7.
La viuda de Vicente Peris Llana es propietaria del número 8. Domiciliada en Argelia.
José Zaragoza Thous. Horno en el número 12.
Adriana Perles Zaragoza. Vive en el 14.
Francisco Blanquer Yvars. Vive en el 16.
Juan Garcelá Martínez. Propietario del número 18. Vive en calle del Calvario 16.
Francisco Morató Martí. Vive en el número 20.
La viuda de Juan Jorro posee una de las viviendas. Está domiciliada en Argelia.
Discurren los años en esta pequeña comunidad de gente modesta y trabajadora, ya en el campo, ya en la mar.
Llegado el año 1941, tenemos el siguiente Registro Fiscal de Viviendas en el que muchos de los antiguos propietarios han fallecido y son sus herederos o nuevos inquilinos los que habitan en las once casas de la calle de la Virgen de las Nieves.
Nuevamente y el paso de los años, nos trae un nuevo acontecimiento que será, sin ninguna duda, la partida de defunción de la calle dedicada a nuestra patrona. Nos estamos refiriendo a la construcción del templo que ocupa a día de hoy la Plaza de la Villa. En las fiestas de Octubre de 1963, el párroco Enrique Garrigós manifiesta su decisión de levantar un nuevo templo dada la poca capacidad de la iglesia calpina. Con este fin, en Febrero de 1964 se adquieren las primeras cuatro viviendas de las siete que se derribaran para que quede un solar lo bastante amplio para ubicar el templo que se pretende construir. Finalmente, en Junio de 1968 es derribada toda la manzana de casas que comprendía desde la calle Virgen de las Nieves hasta la Plaza de la Iglesia, quedando en pie, solamente las cuatro casas adosadas a la muralla. A día de hoy, y en su estado original, solamente se mantiene una casa de las que antiguamente conformaban la calle de las Nieves: la casa que fue de Vicente Ripoll “Fortu” y de su esposa María Pastor Noguera y que se encuentra en estado ruinoso.
Ya reformada en parte, la casa que fue de José Cabrera Crespo, convertida en un restaurante hace algunos años.
Es paradójico que la patrona de Calp no tenga una calle dedicada a su memoria. Desde 1968 se han abierto en Calp multitud de calles y nadie ha pensado en reponer la que se demolió en aquellos años no tan lejanos. Quizás con el cambio de nombres de estos últimos años se podía haber dedicado la antigua calle del Calvario a nuestra patrona. Es una de las pocas calles de nuestra villa en la que viven más calpinos autóctonos y pensamos que verían con buenos ojos este nombre.
Andrés Ortolá Tomás
No hay comentarios:
Publicar un comentario